Las empleadas o empleados públicos creo que podemos contribuir mucho para impulsar la igualdad de trato y no discriminación a través de nuestro trabajo en la administración publica:
Promoviendo la igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas.
Defendiendo la diversidad y la heterogeneidad como una riqueza.
Reconociendo las relaciones de interdependencia.
Atendiendo a las necesidades individuales y promoviendo el desarrollo integral de la persona.
Buscando el desarrollo de capacidades cognitivas, sociales y afectivas de todas las personas.
Evaluar el crecimiento personal en valores como el respeto, así como la capacidad de adaptación.
Trabajar desde la multidisciplinariedad.
Fomentando el ámbito comunitario.
Desarrollar proyectos cooperativos y programaciones conjuntas.
Transformar actitudes para el ejercicio efectivo de los derechos.
Pretender generar cambios sociales que aspiran a un educación justa y solidaria para todas la personas.
Las administraciones publicas a través de sus empleadas/os públicos pueden fomentar la diversidad cultural o diversidad de culturas la cual refleja la convivencia y la interacción de las diferentes culturas existentes a nivel mundial. Con el objetivo de unir y no de diferenciar, respetando a todas y todos.
Las relaciones interculturales se basan en el respeto a la diversidad y el enriquecimiento mutuo; sin embargo, no es un proceso exento de conflictos. Estos pueden resolverse mediante el respeto, la generación de contextos de horizontalidad para la comunicación, el dialogo, la escucha mutua.
La diversidad cultural refleja la convivencia
y la interacción de las diferentes culturas coexistentes.
